COMEVIDRIOS DE CIRCO

Pensaba que era hambre.
Tomé mates matinales.
Desayuné.
El vacío en mi estómago seguía ahí...
No eran mariposas de amor revoloteando.
No era que me faltas.
Eran vidrios que me tragué.
Funcionando dentro de mi estructura (la histeria), pensé que era un tumor en la vesícula, una cirrosis, y que obviamente no iba a poder ser intervenida quirúrgicamente vía laparoscópica, y que me iban a tener que operar con anestesia general, y que se les iba a pasar la mano y me iban a dormir de más, o peor, que me dejarían un pedazo de algo, o un guante, un barbijo y que se me haría una asepsis y la infección se convertiría en gangrena....y llame a mi hermana la médica. Me recomendó una lobotomía.
La Cris me acercó Sertal pero yo ya me había tomado un par de Buscapinas Compositum.
Me doblé del dolor.
Y los vidrios rotos en la boca del estómago.
En mi cabeza suena la banda sonora de carrozas de fuego y termino estoicamente mi labor de edición. Peleo por telefono con la agencia de cadetes porque no viene a llevarse el programa. Llega. Se lo lleva.
Hay pocos días para terminar de organizar una fiesta, una publicidad por la que estoy a prueba (otra vez a prueba...), otra publicidad, viene el locutor, graba, chateo con Amarillo, me dice que sí se viene a pasar música. No le creo. (aún)
El de la imprenta me trata mal.
Vuelve el cadete con el programa. No se lo recibieron en el canal. Vuelvo a llamar y trato de pelear pero me dan la razón y no me dan pie. Termino entendiendo que están con pocas bicis porque casi todos se fueron a Catamarca a ver a la virgen y que sólo una bici infiel se estaba haciendo cargo de todos los pedidos. Muero de la culpa aunque igual le pagué y le regalé mi estampita de Santa Rita, virgen de las cosas imposibles.
Los vidrios tocan un preludio de Bach en la boca de mi estómago.
Vestir a la enana bonita. Correr porque mi mamá nos espera hace más de una hora.
Llego a verme con mis chicas, alumnas del taller de los sábados.
Que alivio. Son todas sicólogas y siquiatra.
- Ese vacío, los vidrios y todo lo demás es gastritis.
Me ve mi Dra. Rimolo. Gastritis Erosiva. Eso fue un espasmo.
Me despido de la vida licenciosa en el asado con vino y gente que canta y toca muy lindo. (sigue siendo efectivo...)
El vacío y los vidrios hacen una rave en la boca de mi estómago.
Pantoprazol.
Sigo con insomnio. Son las 6.30 AM. A las 9.30 a filmar. Que no llueva, que no llueva... Me olvido de pagar la luz hace 10 días. No tengo mi estampita de Santa Rita para pedirle que por lo menos hoy que es feriado no me la corten. Necesito las computadoras prendidas.
Caminando hacia un café vi que se cortó el pelo. De lejos. Y como buena niñita sabida, no llego a tiempo y camina muy rápido. Y un chiquito que nos pide plata me levanta de una orteada y sale corriendo. Me río, las chicas se ríen.
Mañana como si faltara movimiento: lejos de la belleza, la estulticia. Visita paterna. Urge caparazón.

NUNCA VOY A TRABAJAR DE COMEVIDRIOS EN EL CIRCO.
NUNCA.NUNCA.