Escucho como Gea juega con Jime y Micaela. Se tratan de tú.
Gea me repite cuando reta a sus "hijas". Pienso en como nos vamos moldeando según la voluntad de nuestros padres. La sobre influencia que ejercemos en nuestros hijos. Tratamos de protegerlos de todos los males. Menos de nosotros mismos. De nuestra sobreprotección. Los sofocamos y nos preocupamos si tienen tos.
En estos días me cuesta reconocerme. Me escucho diciendo cosas que pensé jamás diría. Queriendo cosas que no quería. Vemos "Retratos de una Pasión" y Diane Arbus me deja pensando. El Gé dice que estaba totalmente loca y yo sin embargo entiendo su sentimiento, su búsqueda, la manera de oler el rastro del amor, la tristeza de una partida... entiendo su pasión...
Y es entonces cuando escucho que las nenas en casa, hacen que las Barbies se casen y tengan hijitos...
y me encuentro deseando eso mismo, me desconozco y entiendo. Entiendo que mi búsqueda creativa sigue tan intensa como siempre, aunque a veces me olvide. Entiendo que quiero eso de lo que estuve tanto tiempo huyendo.
Y Ya no quiero más partidas, ni oler rastros. Quiero oler la piel de mi amor.
Y quiero dejar de sentir mi piel en carne viva, que no duela dejarme amar, que no me encuentre otra vez desnuda mirando hacia atrás.
Y si estoy en carne viva, y me duele, y me cuesta, que me encuentre, entonces, irremediablemente desnuda.
Pero de a dos.
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