3.7.07

La Belleza de todos los días...

(Este parlamento dicho por Emma Thompson en la película "Stranger than fiction" -Más extraño que en la ficción -)

As Harold took a bite of Bavarian sugar cookie, he finally felt as if everything was going to be ok.

(Harold tomo un pedazo de una galletita de azucar, finalmente se sintió como si todo fuera a estar bien.)

Sometimes, when we lose ourselves in fear and despair, in routine and constancy, in hopelessness and tragedy, we can thank God for Bavarian sugar cookies.

(A veces, cuando nos perdemos a nosotros mismos en el miedo, la desesperación, la rutina y la constancia, en la falta de esperanza y la tragedia, podemos agradecer a Dios por las galletitas de azúcar)

And, fortunately, when there aren't any cookies, we can still find reassurance in a familiar hand on our skin, or a kind and loving gesture, or subtle encouragement, or a loving embrace, or an offer of comfort, not to mention hospital gurneys and nose plugs, an uneaten Danish, soft-spoken secrets, and Fender Stratocasters, and maybe the occasional piece of fiction.

(Y por suerte, cuando no hay galletitas, podemos seguir encontrando seguridad en una mano familiar acariciando nuestra piel, o en algún gesto de amor, o en un estímulo sútil, o en un abrazo cariñoso, en una oferta de comodidad, ni hablar de una camilla de hospital, y un enchufe nasal, una galleta sin comer, los secretos susurrados, una tienda de guitarras Fender y quizás una ocasional pieza de ficción.)

And we must remember that all these things, the nuances, the anomalies, the subtleties, which we assume only accessorize our days, are effective for a much larger and nobler cause. They are here to save our lives. I know the idea seems strange, but I also know that it just so happens to be true. And, so it was, a wristwatch saved Harold Crick.

(Y ahí debemos recordar que todas esas cosas, los matices, las anomalías, las delicadezas, que tomamos como accesorios en nuestros días, son mucho mas efectivas que una gran y noble causa.
Esas pequeñas cosas están aquí para salvar nuestras vidas . Se que la idea parece extraña, pero también sé apenas que suceden para ser verdad.
Y así fue como un reloj de muñeca le salvó la vida a Harold Crick. )



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