19.2.07

La Posibilidad de Una Isla

(...)"No hay reglas precisas respecto al relato de la vida. El principio puede tener lugar en cualquier punto de la temporalidad, igual que la primera mirada puede detenerse en cualquier punto del espacio de un cuadro; lo importante es que poco a poco asome el conjunto. (...)"
Lo compré el 6 de enero.
El jueves, antes de partir al fin de semana de mamás e hijos, lo agarré para leerlo y lo volví a soltar.
Tuve un pensamiento místico. O instintivo. Y lo volví a agarrar. "Es un libro pesado" pensé.
"Pero por algo lo agarré... ". Ahora entiendo la resistencia... Cuando el Licenciado me regaló "Ampliación del campo de Batalla" me pasó igual.
Me lo dedicó:
"Vos sabés, Bárbara, que no es una visión pesimista del mundo. Conocés la diferencia entre el pesimismo y el optimismo de la gente experimentada" Diego. 30/01/05.
Y ese libro me angustió.
Yo quisiera decirle al Licenciado que efectivamente sí. La conozco. Pero no creo que así sea.
Dificilmente puedo distinguir una fantasía de una realidad.
Dificilmente puedo saber qué es verdad y qué es mentira;
Houellebecq me da pesadillas.
"La Posibilidad de una Isla" relata la vida de Daniel 1 en el presente (o pasado) y la de sus "versiónes finales": Daniel 24, Daniel 25... en el futuro.
(...) La felicidad no era un horizonte posible. El mundo nos había traicionado. Mi cuerpo me pertenecía por un breve lapso de tiempo; yo jamás alcanzaría el objetivo asignado. El futuro estaba vacío; era la montaña. Mis sueños estaban poblados de presencias emotivas. Yo era, ya no era. La vida era real. (...)
Sin embargo, a pesar de no ser -y no saber lo que el Licenciado me atribuyó alguna vez- este fin de semana, con los niños dormidos, las mamás estábamos en la galería hablando y filosofando justamente de la vida y de La Posibilidad de una Isla.
Reímos -catárquicamente- del susto -de la ya "anécdota graciosa"- del remisero que nos iba a violar, de sabernos sabidas y dolidas... y hermanadas. Amigas.
"La vida es real". Nosotras bien lo sabemos.
Y sin embargo...
En eso vimos una estrella fugaz.
Nos dejamos sorprender y esperanzar -una vez más-
y pedimos tres deseos....
Un gato cazando un ave la hizo chillar muy fuerte y vino hacia nosotras espantándonos. Corrimos y gritamos histéricamente como dos niñitas...y nos echamos a reír a carcajadas.
Los niños -los verdaderos- desde adentro, semi dormidos nos miraban como a dos locas.
No podíamos parar de reírnos.
Al tranquilizarnos entramos a la cabaña a ser como tantas otras veces las mamás, cobijadas por los hijos...( "(...) esos enanos viciosos, de una crueldad innata, en los que se dan cita inmediata los peores rasgos de la especie y de los que los animales domésticos se apartan con sabia prudencia(...) Viéndolos resulta evidente que el ser humano NO PUEDE ser feliz, que no ha sido concebido en absoluto para la felicidad, y que su único destino posible es propagar la desgracia a su alrededor, haciendo que la vida de los demás sea ta intolerable como la suya propia; y por lo general, sus primeras víctimas son sus padres.(...)" ).
Creo que entiendo ahora, porque no es desalentador leer a Houellebecq.
Ahora sí Licenciado. Creo. -solo creo- que entiendo.

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